roccatagliata

La Cámara de Apelaciones ratificó el amparo presentado por el legislador Gustavo Vera. La altura en la torre mayor estaba proyectada 40 metros por encima de lo reglamentario.

 

La Cámara de Apelaciones validó el recurso de amparo presentado por el legislador porteño Gustavo Vera (Bien Común). El escrito aseguraba que el proyecto de las torres en torno al Palacio Roccatagliata de Coghlan (Roosevelt 3101) supera la altura permitida por las leyes porteñas. La ONG Basta de Demoler explicó sobre la situación: “La obra está incompleta, y la cautelar previa congeló la altura, antes de que llegaran a construirlos”. La justicia de este modo suspende en forma definitiva la futura construcción de pisos por arriba de lo establecido. Jonatan Baldiviezo, del Observatorio del Derecho a la Ciudad, fue el letrado de la parte actora.

Tras un primer fallo favorable, la Sala II de la Cámara de Apelaciones, integrada por Hugo Zuleta Gabriela Seijas y Esteban Centanaro rechazó los recursos de apelación presentados por las empresas a cargo del desarrollo inmobiliario (Palacio Roccatagliata SA y Don Delfín SA) y el Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires. De este modo, se confirma la sentencia de grado,  informó la Fundación La Alameda, cuyo referente es Vera.

El fallo cita que la Legislatura porteña en 2013 dio protección cautelar a Villa Roccatagliata (Ley 4.687) dentro del Código de Planeamiento Urbano (CPU). En el amparo se argumentó que “la superficie total según FOT (Factor Total de Ocupación) autorizada para la obra supera ampliamente los valores autorizados por el CPU. Para calcular el FOT se alegó que el ancho de Balbín era variable y dependía de la ubicación del edificio a construir. A partir de ese criterio, la empresa no consideró el ancho real de la Av. Balbín, de 26 metros, sino que habría tomado un ancho de hasta 60 metros”. Se añadió que “el edificio fue erróneamente caracterizado como de tipología mixta Edificio entre medianeras con perímetro libre, cuando en realidad se trata de un Edificio con perímetro semilibre, lo que permite mantener la altura del edificio al que se adosa (Zapiola 2662, art. 4.4.3). Tomando esos parámetros la altura autorizada en la torre mayor excede 40 metros la legalmente prevista”.

En el fallo se establece “la vinculación entre las regulaciones sobre el planeamiento urbano y el derecho a un ambiente sano, equilibrado, apto para el desarrollo humano sostenible, basta para admitir una amplia legitimación”. “La opción de dejar toda la Villa cubierta por masas de edificio (la empresa dijo que si querían podían rodear el histórico edificio y dejarlo solo al acceso de propietarios, pero que descartaron la opción, lo que los beneficiaría en la cantidad de metros a construir), como postula la Dra. del Huerto Aquino (letrada apoderada del GCBA), solo sería posible violando la catalogación dispuesta por la ley 4.687. El párrafo es valioso porque demuestra lo insolvente del criterio sostenido por la apoderada del GCBA. Si en el terreno no estuviera la Villa Roccatagiata la superficie edificable sería mayor, por supuesto. Pero esa manera de argumentar evidencia la falsedad de los hechos considerados para dictar los actos cuestionados”, precisaron los jueces.

El legislador Vera expuso ante esta decisión judicial: “La obra violaba todo los parámetros urbanísticos que establece el Código de Planeamiento (CPU) para esa zona” y precisó que “esa violación generaba una rentabilidad y valorización de suelo desproporcionada para los propietarios del suelo. La violación del Código de Planeamiento Urbano (CPU) para tomar permisos es algo sistemático en la Ciudad y por eso, por un lado estamos ante un colapso de servicios públicos que lo sufrimos todos, y por otro ante un grupo de empresarios especulando con el suelo y las construcciones”.

En la ONG Basta de Demoler dijeron: “Roccatagliata salvada de los depredadores: buenas nuevas para los vecinos patrimonialistas, y para las ONG de Belgrano y Coghlan, judicializadas y amedrentadas por los desarrolladores en alianza con el GCBA. La obra está incompleta, y la cautelar previa congeló la altura, antes de que llegaran a construirlos”.