constitucion porteña

La Legislatura  Porteña recordó con un homenaje el 20° aniversario de la Constitución de la Ciudad de Buenos Aires, con la presencia de más de 20 convencionales de los 60 que forjaron su creación.

Jorge Enríquez, vocal de la comisión de redactora de la Constitución porteña, enalteció la labor que llevaron a cabo hace veinte años: "lo que nos congratula es haber sido convencionales constituyentes". Recordó que los convencionales fueron electos por cuatro fuerzas políticas  (Unión Cívica Radical, Partido Justicialista, Frente Grande y Nueva Dirigencia), pero pudieron consensuar los mandatos partidarios y superar las diferencias.

Recordó que los 60 convencionales "durante 75 días trabajamos de forma gratuita" aunque "mucha gente no lo creía". Y exaltó la tarea realizada: "La constitución es la más joven de la Argentina, pero fue muy avanzada para su tiempo". 

Si bien hubo cuestiones pendientes, como dotar a la ciudad de una justicia y policía propia por limitaciones exógenas, precisó que a la ciudad se le dio jerarquía: "hoy somos como una provincia". Y aseguró que la autonomía sirve para "brindar mejores servicios al vecino de la ciudad" además de "dotar de una democracia más plena para los porteños"

La vicepresidenta primera de la legislatura, Carmen Polledo (PRO),  mostró su respeto por aquellos que forjaron la ley suprema de la ciudad. Y recordó que en la jornadas, realizadas durante dos días en la Universidad de Buenos Aires y la Legislatura porteña, los participantes académicos y expertos "expusieron sobre temas muy complejos y apasionantes"  relacionados con la sanción de la constitución.

Para finalizar, Marcela Basterra, miembro del comité organizador, recordó "el largo camino de la autonomía" y destacó que la constitución sancionada en 1996 es "muy rica en derechos", y que "ha sido muy positiva para la vida de todos los ciudadanos".  

 

Su historia

 

El estatuto jurídico de la ciudad de Buenos Aires fue históricamente peculiar. Su gran volumen poblacional y el poder económico de la que la dotó históricamente su puerto, el más activo e importante del país, le dieron de una enorme influencia política. En 1853, los convencionales que sancionaron la Constitución Nacional vieron conveniente separarla de la provincia homónima y colocarla bajo administración federal, como sede de los poderes nacionales.

La ley dictada a ese efecto no se hizo, sin embargo, efectiva. Buenos Aires no aceptó la sanción de la Constitución hasta casi una década más tarde, y una de las condiciones que puso para plegarse a ella fue la derogación de su estatuto federal. No sería hasta 1880 cuando se haría efectiva su federalización, para dotar al gobierno nacional de autoridad administrativa directa sobre el entorno en que se asentaba. De acuerdo con las condiciones entonces fijadas, la autoridad ejecutiva sobre la ciudad era directamente designada por el Presidente de la Nación.

Mediante el art. 129 incluido en la reforma de la Constitución Argentina de 1994, la ciudad obtuvo una mayor autonomía que habilitó a dictar su propia constitución y a tener un gobierno autónomo.

El 21 de diciembre de 1995 el Congreso Nacional sancionó la ley 24.620, llamada ley Snopek, que permitía la elección de un Jefe de Gobierno y Vicejefe de Gobierno y de 60 representantes que dictarían el Estatuto Organizativo. La ley establecía que el Jefe de Gobierno y el Vicejefe de Gobierno debían reunir las mismas condiciones que se requieren para ser diputado nacional.

La Asamblea Estatuyente inició sus labores el 19 de julio de 1996, y sesionó por primera vez en forma plena el 2 de agosto. La Asamblea se dividió en cuatro bloques que correspondían a cada uno de los partidos políticos elegidos: Frepaso, UCR, PJ y ND. En la primera sesión fueron elegidas las autoridades de la asamblea, siendo electa Graciela Fernández Meijide como presidenta, Oscar Shuberoff como vicepresidente 1.º e Inés Pérez Suárez como vicepresidente 2.º. También se autodesignó como Convención Constituyente y crearon las comisiones de trabajo que elaborarían la Constitución de la ciudad de Buenos Aires. Estas comisiones eran:

La Convención funcionó durante setenta y cinco días, en cumplimiento de lo dispuesto por el artículo 7.º de la Ley 24620.1 Las sesiones de la Convención Constituyente finalizaron el 1 de octubre de 1996, cuando fue sancionada la Constitución de la ciudad de Buenos Aires. El texto, en general, fue aprobado por unanimidad salvo por algunas reservas hechas por el Partido Justicialista. Las reservas referentes a parte del texto de la Constitución pueden agruparse en tres categorías argumentativas: la colisión con postulados del llamado bloque constitucional,2 la transgresión normativa de las diferentes leyes que resguardan los intereses del Estado nacional en el territorio federal y la contradicción de determinados principios del Partido Justicialista. A pesar de dichas diferencias, los convencionales realizaron un esfuerzo por construir consensos, lo que llevó a que la casi totalidad del texto constitucional haya sido aprobado por unanimidad.